Junto con los expertos del mercado inmobiliario, hablamos sobre los signos de una vivienda secundaria, cuya compra está plagada de problemas.
Comprar un apartamento es un evento en la vida de cualquier persona, y esto debe abordarse con una preparación cuidadosa. Hay muchos matices a los que debe prestar atención al hacer un trato. Por ejemplo, un cambio frecuente de propietarios, una gran cantidad de apartamentos registrados y un precio sospechosamente bajo pueden convertirse en una señal alarmante. Pueden surgir riesgos al comprar un apartamento que ha heredado o donde hay hijos menores, rechazados a la privatización, personas que abusan del alcohol o llevan un estilo de vida antisocial.
Junto con los expertos del mercado inmobiliario, hablaremos sobre los signos de una vivienda secundaria, cuya compra puede ser peligrosa.
1. Precio sospechosamente bajo
Una de las primeras señales que debería alertar a un comprador potencial y hacerle pensar en el fraude es un precio sospechosamente bajo. Según los expertos, estamos hablando de un descuento del 15-20% y más en comparación con apartamentos similares en el mercado. Existen numerosas trampas detrás del bajo costo. La mayoría de las veces estamos hablando de problemas con los documentos, advirtió la experta en jefe del centro analítico CIAN Victoria Kiryukhina. Por ejemplo, un menor puede estar registrado en un apartamento, que solo puede ser dado de alta a través de un tribunal si sus padres se niegan a hacerlo por su cuenta. Además, los estafadores pueden vender un apartamento a bajo precio, aprovechando la incapacidad del propietario como los buenos apartamentos familiares en arguineguin.
Si el vendedor también apresura al comprador con la compra de la vivienda («hoy es dinero, mañana es un trato»), esto debería alertar más al futuro propietario, agregó Mikhail Kulikov, director del departamento de mercado secundario de Inkom-Realty. “El comprador nunca debe apresurarse a entrar en el trato cuando el vendedor lo apresura. Incluso si el dueño del apartamento parece ser una persona confiable. Por lo general, los estafadores hacen todo lo posible para inspirar confianza en las personas ”, agregó.
2. Propietario incapacitado
Otro de los signos, que ya se mencionó anteriormente, es un propietario incapacitado. “Hay que tener especial cuidado cuando el propietario de la vivienda que se vende es una persona que está registrada en un dispensario psiquiátrico. Ahora uno de los esquemas fraudulentos más extendidos en el mercado de la vivienda secundaria, cuando un propietario con un trastorno mental (más precisamente, sus familiares o tutores) vende un inmueble »
Posteriormente, dicho trato se rescinde y el comprador se queda sin dinero y sin apartamento. Además, a veces los familiares o tutores, el día de la conclusión de la transacción, acuden deliberadamente al dispensario mental con quejas sobre el estado de salud del propietario del apartamento. Y cuando comienza el litigio, el vendedor declara que no recuerda en absoluto el hecho de la transacción. Como resultado, la transacción queda invalidada. En cuanto a los fondos pagados por la vivienda, el vendedor podrá declarar que no recuerda el hecho de la transferencia de esta cantidad.
Es bastante difícil recuperar de él el dinero gastado en la compra de una vivienda, especialmente cuando el propietario tiene una discapacidad y no trabaja en ningún lado. Por lo tanto, al concluir un trato con dicho vendedor, es necesario averiguar la posibilidad de que un psiquiatra o narcólogo realice un examen médico al propietario el día de la celebración de un contrato para la enajenación del espacio habitable. Sin embargo, incluso esta medida no puede garantizar la plena seguridad del acuerdo.